Las etapas de la enfermedad renal crónica se miden por el eGFR (tasa de filtración glomerular estimada), una fórmula matemática que utiliza la edad, raza, género y el nivel de creatinina sérica de una persona. El médico debe realizar un análisis de sangre para medir el nivel de creatinina sérica. La creatinina es un desecho que proviene de la actividad muscular, cuando los riñones funcionan bien, eliminan la creatinina de la sangre1. A medida que la función renal se desacelera, los niveles sanguíneos de creatinina aumentan1. Hay cinco etapas de la enfermedad renal, siendo la fase I la función normal, y la fase V es muy grave o resulta en fracaso.

En las etapas I y II del CKD, los riñones siguen funcionando normalmente. En realidad no hay ningún síntoma, por lo que la gente normalmente se dará cuenta de que tienen la etapa I si se les está probando algo más como diabetes o presión arterial alta. Algunos de los síntomas pueden incluir niveles de creatinina o urea superiores a los normales en la sangre, sangre o proteínas en la orina, evidencia de daño renal en una RM, tomografía computarizada, ultrasonido o radiografía de contraste, y antecedentes familiares de enfermedad renal poliquística (PKD)2.

En la fase III de la enfermedad renal, el riñón presenta un daño moderado. Esta etapa se divide en dos etapas: 3A y 3B. A medida que la función renal disminuye, los productos de desecho pueden acumularse en la sangre, causando una enfermedad conocida como “uremia” 3. En la fase III, es más probable que una persona desarrolle complicaciones de la enfermedad renal, tales como presión arterial alta, anemia (escasez de glóbulos rojos) y/o enfermedad ósea temprana3. Algunos de los síntomas que pueden llegar a estar presentes son fatiga, retención de líquidos, dificultad para respirar, cambios en la micción, dolor de riñón (que se siente en la espalda) y problemas de sueño debidos a calambres musculares y piernas inquietas3. La etapa III es cuando usted necesita empezar a ver a un nefrólogo, administrar una dieta saludable que apoye la salud renal, y tal vez incluso comenzar a tomar la medicación prescrita. Por lo general, un médico prescribirá un medicamento para la presión arterial para asegurarse de que no aumente demasiado.

La fase IV de la enfermedad renal conlleva un daño renal avanzado y significa que una persona probablemente tendrá que iniciar la diálisis o tener un trasplante renal en un futuro próximo. En este punto, una persona puede desarrollar enfermedades óseas, cardiopatías y otras enfermedades cardiovasculares4. Los mismos síntomas de las etapas anteriores continuarán, así como la adición de náuseas y vómitos, cambios en el gusto (metálico), mal aliento, pérdida de apetito, dificultad para concentrarse y problemas nerviosos como entumecimiento u hormigueo4. Las personas que se encuentren en la fase IV del CKD visitarán normalmente a su médico al menos cada tres meses, se realizarán análisis de sangre para determinar los niveles de creatinina, hemoglobina, calcio y fósforo, a fin de comprobar el funcionamiento de los riñones4. El médico también monitorizará otras enfermedades como la presión arterial alta y la diabetes4. Además de ayudar al paciente a mantener sus riñones funcionando el mayor tiempo posible, el nefrólogo también ayudará a preparar al paciente para la diálisis o un trasplante renal.

Una persona con enfermedad renal crónica en fase V tiene una enfermedad renal terminal (ERT) con una tasa de filtración glomerular (TFG) de 15 ml/min o inferior a 5. En esta etapa avanzada de la enfermedad renal, los riñones han perdido casi toda su capacidad para hacer su trabajo de manera efectiva, y finalmente se necesita diálisis o un trasplante de riñón para vivir5. Los síntomas de las etapas anteriores persistirán, así como los cambios en el color de la piel o el aumento de la pigmentación, y un malestar general debido a las toxinas acumuladas en la sangre5. La mayoría de las personas dicen sentirse mucho mejor una vez que empiezan la diálisis. Hay dos tipos de tratamientos de diálisis para personas con enfermedad renal en fase V.

Una es la hemodiálisis, que se puede realizar en un centro o en el hogar de un paciente con la ayuda de un compañero de atención. Una máquina de diálisis elimina una pequeña cantidad de sangre de un paciente a través de una membrana producida por el hombre llamada dializador, o riñón artificial, para limpiar toxinas que los riñones ya no pueden eliminar, y la sangre filtrada se vuelve al cuerpo5. Otra es la diálisis peritoneal, que es un tratamiento sin aguja que puede realizarse en casa o en el trabajo5. No es necesario que un socio de atención médica ayude durante el tratamiento. Para obtener un trasplante de riñón, un nefrólogo tendrá que ponerte en una lista de espera para un riñón cadavero o uno de un donante. Cuando en la fase V de CKD es necesario realizar diálisis o un trasplante renal para continuar viviendo.

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Referencias:

  1. National Kidney Foundation. (2018, September 17). Understanding Your Lab Values. Retrieved from https://www.kidney.org/atoz/content/understanding-your-lab-values
  2. Davita Kidney Care. (2004-2019). Stage 1 of chronic kidney disease CKD. Retrieved from https:// www.davita.com/education/kidney-disease/stages/stage-1-of-chronic-kidney-disease
  3. Davita Kidney Care. (2004-2019). Stage 3 of chronic kidney disease CKD. Retrieved from https:// www.davita.com/education/kidney-disease/stages/stage-3-of-chronic-kidney-disease
  4. Davita Kidney Care. (2004-2019). Stage 4 of chronic kidney disease CKD. Retrieved from https:// www.davita.com/education/kidney-disease/stages/stage-4-of-chronic-kidney-disease
  5. Davita Kidney Care. (2004-2019). Stage 5 of chronic kidney disease CKD. Retrieved from https:// www.davita.com/education/kidney-disease/stages/stage-5-of-chronic-kidney-disease