La enfermedad renal crónica se caracteriza por la pérdida progresiva de la función renal durante un período de tiempo. Los riñones sirven para filtrar los residuos y los excedentes del cuerpo, que luego se excretan con la orina1. La Enfermedad Renal Crónica o CKD, reduce la capacidad del riñón para filtrar los residuos y da lugar a la acumulación de líquido, electrolitos y desperdicios en el cuerpo1 . Junto con la pérdida progresiva de las funciones del riñón, las personas con ERC también pueden desarrollar complicaciones como presión arterial alta, anemia, mala salud nutricional, daño nervioso y huesos débiles2. Si no se trata CKD, se convertirá en una fase final de la insuficiencia renal, que es fatal sin diálisis o trasplante renal2.
Las dos causas principales de ECK son la presión arterial elevada y la diabetes2. La diabetes causa daño a muchos órganos del cuerpo, como los ojos, los vasos sanguíneos, el corazón y los riñones2. Si bien la presión arterial elevada es una de las principales causas de CKD2, la CKD en sí misma también produce hipertensión2. Algunas enfermedades crónicas del riñón también se heredan como la enfermedad del riñón poliquístico2. Otras enfermedades como lupus, cálculos renales, tumores, prostrato ampliado en hombres o glomerulonefritis (que daña las unidades alteradoras del riñón) también pueden dar lugar a CKD2.
Síntomas: Aunque los problemas asociados con la enfermedad renal continúan durante un período de tiempo, puede ser erróneo para otras enfermedades. Por ejemplo, la fatiga, la pérdida de energía, los problemas con la concentración, el apetito deficiente, los problemas para dormir, el calambres musculares y la picante piel son todos considerados aislados y a menudo atribuidos a problemas y enfermedades del estilo de vida. Aunque la enfermedad renal puede producirse a cualquier edad, es más probable que las personas desarrollen la enfermedad si ya sufren diabetes, presión arterial elevada o tienen antecedentes familiares de enfermedad renal2.
Cuando visite a un médico con estos síntomas, probablemente le ordenarán un análisis de sangre y orina para determinar el grado de daño en su riñón y recomendarán un tratamiento adecuado. El análisis de sangre proporcionará información específica sobre el estado de la lesión renal con los niveles de residuos como urea y creatinina en sangre. La prueba de orina puede revelar anomalías relacionadas que pueden indicar fallo renal. Se pueden utilizar pruebas de imagen como ultrasonidos para determinar si su riñón se ha reducido en tamaño.
Tendrá que hacer preguntas específicas sobre su dieta ya que hay muchas restricciones dietéticas para las personas con CKD. También tendrá que informarse sobre los especialistas de su área, de los que podrá obtener una opinión detallada sobre su enfermedad. Con detección oportuna, cambios en el estilo de vida y medicación, la CKD se puede mantener bajo control.
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Referencias
- National Kidney Foundation. (2017, May 10). How Your Kidneys Work. Retrieved from https://www.kidney.org/kidneydisease/howkidneyswrk
- NationalKidneyFoundation.(2019,June10).FactsAboutChronicKidneyDisease. Retrieved fromhttps://www.kidney.org/atoz/content/about-chronic-kidney-disease